Consolidar un equipo de trabajo no es tarea fácil. Por ello, no se encuentran en cualquier lugar. Un equipo de trabajo consolidado mantiene un nivel de autogestión suficiente para resolver los problemas y requerimientos fundamentales del trabajo; también sabe a quién acudir cuando no está en sus manos resolver directamente y se encuentra constantemente automotivado. Desde luego, el líder del grupo es el cimiento de estas cualidades.
Sin embargo, existen tres tipos de retos para consolidarlos: los retos que impone el liderazgo, los retos que impone el perfil de los miembros del equipo de trabajo y los retos que impone el clima organizacional.
a) El liderazgo. No todos los líderes pueden trabajar con todas las personas. Hay diferentes estilos de liderazgo y cada uno aplica para diferentes estilos de equipos. Cuando el líder y el equipo no logran coincidir en la forma de trabajar, se genera estrés y baja productividad; incluso se provocan momentos críticos que pueden llevar a todos los miembros del equipo –incluido el líder-, a la entrega de resultados pobres.
b) El perfil de los miembros del equipo de trabajo. El reto inicia desde el reclutamiento y la selección de personal; si este proceso no cuenta con una definición adecuada del perfil de cada puesto, entonces es posible que la selección implique un proceso largo de capacitación o bien, nunca se logre obtener resultados del personal seleccionado.
c) El clima organizacional. Si el ambiente de trabajo ya se ha viciado por diversas razones, se hará más difícil integrar y consolidar un equipo de trabajo. Cuando esto sucede, se entiende que la empresa ha tenido problemas y conflictos por largos periodos que no han sido resueltos o bien manejados. Recordemos que una amenaza puede convertirse en una oportunidad, pero siempre depende del líder que así sea.
En principio, para construir un grupo de trabajo consolidado es necesario que el líder visualice cómo quiere ver a los miembros de su equipo en el tiempo, en cuanto a sus resultados y su crecimiento profesional. No compartir esta visión con el equipo de trabajo significa que cada uno hará esfuerzos individuales y desarticulados.
Una vez que el líder ha visualizado el tipo de equipo de trabajo que quiere construir, es importante observar las siguientes recomendaciones:
1.- Definir claramente el perfil profesional del personal que contratará o bien, que quiere formar.
2.- Diseñar una estrategia de comunicación y empoderamiento acotado para que la información fluya correcta y oportunamente, manejada con iniciativa, responsabilidad y respetando las políticas de confidencialidad de la empresa.
3.- Reiterar los valores corporativos entre el equipo que fomenten la pertenencia y la lealtad.
4.- Diseñar un esquema de reconocimientos para el personal sobresaliente, integrando a todos los miembros del equipo en la inteligencia de que los logros pueden reconocerse por equipo.
5.- Dotar de autoridad a algunos miembros del equipo en esquemas colaborativos para evitar la imposición de líderes no aceptados por el mismo.
El líder debe comprender también, que algunos miembros del equipo tal vez requieran de mayor apoyo, capacitación o supervisión, de tal manera que un esquema de tutorías entre los integrantes del equipo puede resultar conveniente pues se trata de un esfuerzo poco costoso y que brinda resultados rápidos.
Dra. Alejandra Herrera M.
Sendatek, Asesores en Innovación
También podría interesarte